Mejor no decir nada. Échele un ojo al meme que me he encontrado en Facebook.

¿Qué le parece, eh? Fino catalino. «El hombre se jacta de saber dividir el átomo, pero aún no ha aprendido a dividir el pan». Toma generalizazo. Antes de comenzar el análisis pérfido que quede claro que yo no sé resolver la cuestión. Este hombre que escribe no sabe ni dividir el átomo ni dividir el pan entre la humanidad. Como más lo corto en rebanadas y lo pongo en una cestita y que cada uno coja lo que le apetezca hasta que se gaste. Si se gasta pronto y la panadería sigue abierta puedo bajar a comprar más, pero ahí se acaban mis soluciones.

Pero el hombre ese del que habla el meme… ay, ese hombre. Qué chungo parece ser ese hombre. Es muy malo ese hombre. ¿Pero qué hombre es ese? ¿El hombre que piensa que La Tierra es plana? ¿Tal vez el hombre se refiere en realidad al grupito de malnacidos a los que se les ocurrió dedicarse a intentar dividir el átomo en lugar de poner sus seseras a saber cómo dividir el pan? Aunque, si el pan está compuesto de átomos, pues entonces el hombre sí que sabe cómo dividirlo, aunque no cómo repartirlo proporcionalmente. No digamos justamente, porque la justicia y el reparto del pan son materia en la que el hombre de ciencia ya no tiene palabra. Él vino y partió el átomo, ahora que vengan los otros hombres y lo repartan. ¿O es que tal vez es ese mismo hombre científico el que tiene que encargarse de repartirlo? ¿Es tal vez ese hombre que sabe dividir el átomo el mismo que se encarga de que el pan no llegue desde las panaderías hasta las mesas de los hambrientos? Además, ¿es que el que ha creado este meme no es un hombre que deba ser incluido en la ecuación? A lo mejor el meme ha sido creado por una inteligencia artificial que nos está recriminando una de nuestras innumerables carencias. Si es así, debemos reconocérselo. Es cierto. No sabemos cómo conseguir que el pan llegue a todo el mundo. Ni sabemos controlar la explosión demográfica, ni las guerras, ni siquiera sabemos como prevenir que un mensaje tan maniqueo y perverso como este se cuele en nuestros móviles y ordenadores. Los humanos semos asín. Y si no se lo han dicho a las inteligencias artificiales ya se irán dando cuenta ellas mismas. Pero habiendo sido desarrolladas por humanos lo más probable es que en lugar de aprender a solventar el tema escurran el bulto. Pero si el meme ha sido creado por una inteligencia artificial pues vamos por el buen camino, porque no hay nada más humano que echar en cara a los demás las mismas vergüenzas que tenemos en casa. Deep Reproche, IA autora de memes.

Pero dejemos de lado la ciencia de alto nivel y centrémonos en algo más quimicefa. A lo mejor es que dividir el átomo es más sencillo que dividir el pan. Hablando del quimicefa, yo creo que dividí el átomo varias veces cuando jugaba con él. Al menos, tras mezclar todos los productos químicos que tenía, contraviniendo expresamente sus instrucciones, en mi casa olía a átomo partido. A fin de cuentas partir el átomo no tiene mucho misterio. El átomo y el hombre están ahí. Uno frente al otro. El átomo con cara de que la cosa no va con él y el hombre con ganas de partirle la cara a ver si le arranca un diente del sopapo.

Sin embargo el pan es más esquivo que el átomo. No es sólo el hombre contra el átomo. A mi no me sale bien ni hacer la masa de las pizzas. La tengo que comprar congelada en el súper. Además, para hacer pan hace falta mucha gente que cuando se propone hacer pan no está pensando precisamente en solventar el hambre de la humanidad. Ni siquiera solucionar el hambre del barrio ni de su bloque. Lo único que quieren conseguir todas y cada una de las partes relacionadas con la fabricación del pan es forrarse, en mayor o menor medida. Así que yo creo que el fin del pan no es alimentar a todos. Sólo a los que tienen el dinero suficiente para comprarlo. Además que mientras al hambriento le interesa hacerse con el pan, hay muchos otros a los que les interesa hacerse con los hambrientos. Siempre ha habido demanda de hambrientos e ignorantes. La combinación de ambas carencias tiene un precio político que ya quisiera el propio pan.

Sí, ya sé el meme recurre a metáforas para tratar de inspirar ciertos valores. Principalmente el del odio a la ciencia. Porque claro, puestos a comparar logros humanos, la ciencia es la ideal para pagar el pato del hambre en el mundo. Principalmente porque la ciencia se basa en la razón y no se deja llevar por la ira congénita de otras disciplinas. El hombre de ciencia lee el meme, se para a pensar la profundidad ideológica del meme y piensa, pues coño, no le falta razón. Si en lugar de la ciencia, el vituperado fuera alguna religión o determinadas ideologías ya habría aortas hinchadas intentando abrir otras aortas, quemas de material cultural e identitario y otras exhibiciones de sensibilidad asesina.

Como colofón quiero sugerir algunas alternativas para futuros memeristas. Por ejemplo: «El hombre se jacta de haber inventado el mercado de valores, pero son tiene el valor de alimentar a la humanidad». También: «El hombre se jacta de sabe edificar rascacielos pero no ha aprendido a edificar civilizaciones sin problemas». O todavía mejor: «El hombre que escribe memes se jacta de saber detectar una injusticia y echársela en cara a toda la humanidad pero él mismo es incapaz de aprender a resolverla». La bolsa, los arquitectos y los memeros anónimos tampoco son dados a la ira encendida. Aunque son más de servirla en frío. Basta con echar un ojo a la economía, la arquitectura e internet para darse cuenta que hay mucho resentimiento suelto.

Artículo anteriorGeneralización
Artículo siguienteFútbol Guaja
Cosas de Viejo
De vocación sus labores, este viejo podría haber hecho algo de provecho si no hubiera sido él mismo. Podría haber sido el peor de los periodistas si no se lo hubiera propuesto. Podría haber sido un gran hombre de ciencia si la inteligencia, el talento, la tenacidad y una mente despierta le hubieran acompañado. Podría haber sido un artista si hubiera gozado de la impostura. Es por eso que es arduo poner notas biográficas de quien apenas ha vivido.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Nombre