Es difícil criticar a alguien que ha sido asesinado. Siempre parece uno posicionarse del lado de los asesinos o buscarle justificaciones. Nada de eso está en mi mente. La muerte de Cánovas fue un hecho terrible y por muy tendenciosos que fueran sus actos en vida, nada, absolutamente nada, justifica su asesinato.

Dicho esto, papá corrupción fue el hombre que más ha marcado la política española en el último siglo y pico. Vivimos todavía en un entorno político que él no creó, pero que sí oficializó. Las dos Españas, los dos bandos, los buenos y los menos buenos, los que gobiernan y los que se oponen, el bipartidismo, la hipocresía en su máximo exponente.

Cánovas decidió que ya era hora de dejar de matarse cada vez que una de las dos Españas se hacía con el poder. Lo decidió cuando él estaba en el poder y por eso su solución fue poner un sistema que le iba bien a su corriente y darle alas a una oposición hecha a la medida y que entraba felizmente en el juego. Mucho discursito de postín y pocas mejoras.

Su plan incluía oficializar los pucherazos. Cambiarlo todo para que no cambiara nada. Que votaran los que le harían ganar para poder dirigir a los que nunca ganarían nada con ellos gobernando. Y de aquellos polvos estos lodos. Una sociedad fragmentada, una clase política con un endémico apego a la corrupción, un sistema bipartidista basado en la arenga y el miedo, y un tratar al pueblo de tonto que no hay quien lo elimine.

El superpresidente era favorable a la esclavitud y contrario al sufragio universal. Decía que éste sólo llevaba al socialismo, sentencia que admite la propia derrota en un entorno de votantes menos sopabobistas e hipótesis que hubiera hecho muy feliz a los socialistas de haber sido cierta. Su visión de futuro es innegable, todos los sufragios universales han llevado al socialismo, díganselo a los estadounidenses, por ejemplo.

En fin, que Canovas hizo mucho por quienes quiso hacer y gobernó para la España que le interesaba. Su modo de hacer política es un ejemplo de todo lo malo que tiene un político apoltronado en su sillón pseudodemócrata. Encontró una España de polvo, sangre y hambre, y así la quiso perpetuar.

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Cosas de Viejo
De vocación sus labores, este viejo podría haber hecho algo de provecho si no hubiera sido él mismo. Podría haber sido el peor de los periodistas si no se lo hubiera propuesto. Podría haber sido un gran hombre de ciencia si la inteligencia, el talento, la tenacidad y una mente despierta le hubieran acompañado. Podría haber sido un artista si hubiera gozado de la impostura. Es por eso que es arduo poner notas biográficas de quien apenas ha vivido.

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