Discúlpenme Espeleta, el Chano y otros maestros del cante gaditano.
La Cerve es un hervidero desde que Trump ganó las elecciones estadounidensas. No faltaba más. El tío es una joya. No se corta. No deja de hacer el gamba. Va de chulito. Pero ya se sabe, ofende el que puede, no el que quiere. Así que cada día ofende a alguien distinto, preparándonos una tarde de lidia en la Cerve que más quisiera la Monumental.
Se me hacen eternas las horas entre que Trump abre la boca y hace subir el pan, y el momento de ir a la Cerve.
Eso de tener un patán por presidente tiene su aliciente mediático aunque, me da a mí, que en estos momentos, ser un tío con sentido común y vivir en los USA es de lo peor que te puede pasar, relativizando.
Las opiniones sobre Trump en la Cerve varían por minuto. A mí, la situación actual me recuerda a la película Idiocracia. Me imagino que no seré el único. Entre los que se lo toman en serio, Conejo Yepes afirma que Trump es resabiao y que todo es parte de unas líneas estratégicas que veremos cuando pase cierto tiempo, aunque «el tío la esté liando». Lara de Alba sólo menea la cabeza cabizbajamente. Al Picao nunca se le ha visto tan colorao ni con la vena tan hinchada.
Entre los que no se toman nada en serio están los Cuatro. Los Cuatro se acusan entre ellos de parecerse a Trump cuando se sospechan de alguna trampa a las cartas. Obviamente ya nunca usan la palabra trampa. Siempre dicen «has hecho Trump». Del mismo modo, que a Trump, siempre le llaman El Trampas. Al final lo de El Trampas se ha quedado en la Cerve con cansina insistencia por parte del Guaja.
Pero aunque cada uno tiene una opinión maleable al runrún del debate chascarrilleado mayormente, yo me quedo con la de Don Aurelio.
El viejo maestro, en petit comité, soltó: «Apuntar lo que os digo que luego no os acordáis, como con lo de la crisis de la vivienda. No hace falta ser Gauss. El Trump es un tío que ha tenido que declarar seis de sus empresas en bancarrota. Todo lo que ha dirigido directamente ha acabado malamente y ha salvado el pescuezo recibiendo ayuditas del stablishment del que tanto se queja. Si me lo encuentro en la calle, gardeleo y me pongo al lao del botón, porque ese tío es un auténtico chorro. Así que, apuntadlo, si ese tío se carga todo lo que dirige, y ahora dirige la nación que controla una gran parte del mundo, ese tío se va a cargar ese mundo. Así que el último que apague la luz. Apuntadlo.»












