El Joker, ese gran villano Batman, tuvo su propia película y siguiendo la línea hacia la que se dirigen las películas de superhéroes, le dieron un tono oscuro, pseudorrealista y convirtieron al rey del humor sangriento en nada. Tratar de justificar lo injustificable es un hábito muy extendido. Humanizar dioses y leyendas no es nada raro. Y el Joker y su película, cabalgando a los cuatro vientos a lomos de este tendencia, son un bodrio de aquí te espero.
Otra vueltecita más al argumento de la vida de Batman, por si no hubiera tenido bastantes. La angustia de un enfermo mental que se convierte en un supervillano no me lleva a compadecer al Joker, sino a pensar qué carajo sentirán aquellos que tengan verdaderos problemas mentales y que ven cómo su enfermedad se convierte en tema de una peli de superhéroes. ¿Que la gente como ellos son una amenaza potencial para la sociedad? ¿Que malinterpretan la realidad y que no son capaces de controlar sus impulsos? Vaya, resulta que Joker nos muestra lo peligrosos que son los esquizofrénicos. Maravilloso argumento.
Originalmente el Joker era malvado y estaba desquiciado, al igual que Batman era bueno y también tenía unos esquemas de comportamiento dignos de terapia. Pero eran arquetipos. Adentrarnos en la psique de unos personajes creados para niños y adolescentes es tratar de poner parches a algo que no está hecho para funcionar en el mundo adulto. Por favor, la complejidad de un ser humano es bastante más profunda que lo que se muestra en las películas. Los que toman este estilo como un arte de redimensionamiento de Batman o el Joker obvian las carencias de otros planos. Simplemente parece que las pulsiones motrices de ambos personajes sirven para darles un cariz más real. Pero no, sé que hay gente que se conforma con poco, pero alguien con un poco de madurez cultural no puede sino ver lo fofo de la cuestión, ni dejar de sentir que no es más que un producto para niños que han crecido en años pero siguen anclados en los mitos de su infancia.
La actuación de Joaquim Phoenix mmmmm, pal que le guste. Si eres de los que te cruje el alma con cambios de caras ante personalidades múltiples, primeros planos largos y aburrimientos por doquier para reflejar la sordidez del alma humana ante los problemas mentales, bravo por ti. Esta peli es para ti. Pero si en lugar de regodearte en una enfermedad falsa en un personaje falso quieres recordar las cabronadas por las que el Joker es famoso pues ni lo intentes.
Jack Nicholson clava el personaje que todos conocemos de antes de Frank Miller. Los otros Jokers, ninguno de ellos, hace nada por sostener el alias de Joker. Nadie consigue darle el tono de humor negro del personaje. Son más malvados y sus ataques tienen una vis lúdica y peligrosa, pero no son el Joker. Son unos tíos haciéndose pasar por el Joker.
Holywood está francamente jodido.
